domingo, 18 de enero de 2015

LA DÉBIL OPOSICIÓN PRIÍSTA Y EL “TINTE ELECTORERO” DEL II INFORME DE GOBIERNO

Sergio Demetrio García

Desde que se instaurara una competencia entre partidos políticos más cercana a la realidad, bien es sabido que las elecciones, sobre todo las intermedias, califican a los depositarios del gobierno en turno y por lo tanto no hay informe de gobierno (rendido en la antesala de un año eminentemente electoral como lo es 2015) que no lleve cierta dosis electorera, pensada y aterrizada precisamente para ir a ese examen con las urnas.
El detalle es que tampoco habrá un gobierno, por muy abierto y auténtico que sea, que admita un sesgo electorero en el rediseño de sus programas hacia mitad y finales de la administración. Mera estrategia, ética o vergüenza política, pero, más que nada mesura ante las reglas de la competencia electoral, por eso es que nadie en su sano juicio podría ser tan cándido o demasiado estúpido para llegar a tal descaro.
Ahora fue la oposición priísta la que se rasgó las vestiduras por el "tinte electorero" que percibió en el Segundo Informe de Gobierno de Arturo Núñez Jiménez. Saben los priístas mejor que nadie que así es, que así ha sido siempre, que así seguirá siendo, gobierne quien gobierne y mientras haya una oposición política al frente ¿Usos y costumbres de la política, o la necesidad del poder?
La eliminación del cobro del Impuesto Estatal Vehicular implementado a partir de este año, gracias al "buen manejo de las finanzas públicas, la disposición de recursos adicionales en los que el gobierno trabaja, pero, sin comprometer la liquidez y viabilidad financiera del estado", fue el principal pronunciamiento de Núñez que despertó la natural intolerancia de los del PRI, aunque el ex partidazo ni siquiera se haya inmutado ante la prolongación de la promesa eterna del "borrón y cuenta nueva" para los tabasqueños en resistencia civil contra la antidemocracia política del estado, los abusos y las altas tarifas de la Comisión Federal de Electricidad, principal bandera política que el perredismo viene enarbolando desde los inicios de su ascenso al poder.
La llamada Resistencia Civil Pacífica que derivó de un conflicto eminentemente político, se ha tornado ya en un gravísimo problema social por una deuda que los "desobedientes" llevan acumulada durante años de activismo y que por lo mismo ya es impagable.
De tal suerte que postergar el comprometidísimo y prometidísimo "borrón y cuenta nueva" es política y moralmente inadmisible no nada más porque la primerísima condición se haya cumplido con la llegada del PRD al gobierno estatal sino porque para la CFE los cientos de miles de "desobedientes" no son más que tabasqueños morosos que tendrán que seguir con el Jesús en la boca, resistiendo sus embates con cortes de luz masivos y extorsiones.
Aunque hay comunidades que se organizany repelen a las brigadas que desmantelan el tendido eléctrico (líneas de conducción y transformadores), otras de plano se han "vendido de por vida" con la CFE, comprometiéndose a pagar (en los plazos y en los términos que a la empresa paraestatal se le dé su regalada gana) porque no quieren heredar deudas a los que vienen detrás ni poner en riesgo su patrimonio ante las amenazas de embargos.
Encima de todo, ahora el gobierno del cambio nos sale con que ¡Siguen indefinidos los términos de solución de la deuda acumulada de un amplio sector de la sociedad con la Comisión Federal de Electricidad! Y que se están diseñando estrategias al respecto con la CFE.
Aunque el actual gobierno no dio más espacio al tema en un mensaje de casi dos horas que atrapó la atención de los asistentes al Centro de Convenciones -representantes de la sociedad civil, empresarios, alcaldes, dirigentes partidistas, invitados especiales (ex gobernadores de Tabasco, gobernadores de otras entidades del país, enviado presidencial y figuras emblemáticas de la izquierda mexicana), autoridades militares, delegados y legisladores federales-, si soltó una pista:
"La empresa española ABENGOA invertirá el próximo año (2015) 500 millones de dólares para el desarrollo de un tercer tren de cogeneración de energía eléctrica en Nuevo Pemex, proyecto en el cual el Gobierno del Estado será socio".
Si la eliminación del controvertido cobro del IEV fue un compromiso de la campaña político electoral 2012 que apenas se concretará hacia el tercer año del gobierno del cambio, entonces no veo para cuándo el levantamiento de la RCP mediante el consabido "borrón y cuenta nueva" que el PRD ha venido ofreciendo desde las postulaciones de candidatos al Gobierno de Tabasco posteriores a la segunda participación de Andrés Manuel López Obrador que en 1994 echó a andar la resistencia civil luego de documentar el excesivo gasto de campaña del PRI para instalar a Roberto Madrazo en la gubernatura choca.
El caso es que la desobediencia civil y la tentativa solución de sus efectos, prometida con la llegada del PRD al gobierno estatal, ha sido la principal bandera política a lo largo de cuatro procesos de elección de gobernador. En tres de ellos, César Raúl Ojeda Zubieta participó como candidato -incluyendo la elección extraordinaria del 2001, luego de que el Trife anulara la elección ordinaria del año anterior- y Arturo Núñez Jiménez en uno, el más importante en la historia política local por haber concretado la tan anhelada alternancia tabasqueña.
Es lo que no ha rebatido ni debatido la débil oposición priísta porque se les hizo fácil montarse en los alegatos llerguistas contra el IEV. Así, el PRI no representa más que una oposición de lengua, una oposición de pura pinche verborrea, porque no hay liderazgos ni carismas con la capacidad de convocatoria que se requiere para organizar movilizaciones que de verdad se opongan a lo que ellos mismos han venido calificando de "ilegal" en el curso de este nuevo gobierno de alternancia. Por eso es que muchos nostálgicos del pasado extrañan los famosos "contra-informes" que el PRD oposición acostumbraba en paralelo con las comparecencias del jefe del Ejecutivo estatal.
Los priístas dicen ufanos que son una oposición distinta, moderna, eufemismos de colaboracionismo puro. Y en verdad que lo celebro porque supone que el nuevo régimen no tiene ni tendrá grandes obstáculos políticos al frente de la reorientación del rumbo de Tabasco, tanto en lo económico como en lo social y político.
Con tinte o sin tinte político, este es otro pronunciamiento importante del II Informe de Gobierno nuñista: "Con visión estratégica, voluntad política y trabajo perseverante, el cambio verdadero de gran calado que exige el estado comienza a traducirse a favor del bienestar de la gente y la estabilidad financiera".
Y que bueno también que Arturo Núñez Jiménez atribuya como un "logro de todos" los resultados obtenidos en sus primeros 22 meses de gestión porque, además, se trata de la reiteración de un reconocimiento puntual: el gobierno democrático es el resultado de una lucha de todos y, por ende, todos estamos comprometidos a buscar la mejor solución a los problemas por muy complejos que éstos sean.
No nada más es la salida de la zona de desastre en la que nos dejaron los últimos gobiernos priístas ni la eliminación -en los hechos- del IEV, tenemos que estar pendientes que el consabido "borrón y cuenta nueva" o cualquier otro esquema de salida que se tenga previsto al gran problema político y social de la resistencia civil que durante años ha enfrentado a un denso núcleo de la población con Comisión Federal de Electricidad, se cumpla en los mejores términos.
Hoy que el PRD tiene el poder debe hacerlo no sólo por compromiso político electoral sino por congruencia y decencia política, sobre todo ahora que por lo de Ayotzinapa (Iguala, Guerrero) ha estado en el ojo del huracán. Y si de veras no puede, a eso se le llama impotencia. Es pleonástico, pero poder que no puede, no puede seguir en el poder. Así de simple, así de sencillo.


Publicado en la edición 517 de la revista política Suceso de fecha 14 de Enero de 2015

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