DENISE DRESSER
16 DE JUNIO DE 2013 No. 1911
ANÁLISIS
MÉXICO, D.F. (Proceso).- 1º Amarás al Hueso sobre
todas las cosas. Te aferrarás a él a lo largo de tu sexenio, y te rodearás de
tesoreros de finanzas que piensen de la misma manera. Harás todo con tal de
vivir en el presupuesto y asegurar la forma de vida que te provee y los
privilegios que te asegura: las casas, los carros, los celulares, los
contratos, los guaruras, las cuentas bancarias, el séquito que te sigue
dondequiera que vas. Brincarás de puesto en puesto por todos las ramas del
gobierno, por todos los niveles del tabulador. Podrás acumular mil camisas y
100 trajes de vestir y múltiples propiedades en tu estado natal. Podrás ser
Totalmente Desvergonzado pensando que nadie te descubrirá, y si ello ocurre
dirás que estabas “muy pasado de copas”.
2º Tomarás el nombre de la Democracia en vano.
Hablarás de ella con frecuencia pero rara vez te regirás por sus preceptos. Te
referirás a ella en todos tus discursos sin entender en realidad de qué se
trata y lo que tendrías que hacer para volverla realidad. Insistirás en que
México ya es democrático y en que la corrupción de la que se te acusa es tan
sólo un “linchamiento mediático” del PRD. Hablarás todo el tiempo de la
transparencia aunque no quieras decir cuánto ganabas ni cuántos “asesores”
tenías. Dirás que la aparición de 88.5 millones de pesos es “parte de un plan
burdo del gobernador de Tabasco”, Arturo Núñez.
3º Santificarás las fiestas patrias y tomarás un
puente vacacional cada vez que puedas para aprovecharlas. Darás “El Grito” de
Independencia, preferiblemente en alguna ciudad de Estados Unidos, donde usarás
la ocasión para ir de compras con tu familia. Hablarás de la gloriosa
Revolución y cuánto hizo por los pobres aunque en realidad te importen un
rábano. Celebrarás el 5 de mayo cenando en el Champs Elyseés y le cobrarás la
cuenta al erario. Te presentarás en la marcha del Día del Trabajo y darás
gracias por el asueto obligado, mientras le aplaudes a la clase obrera que gana
una fracción de tu sueldo. Aprovecharás las fiestas navideñas para regalarles
relojes Cartier a tus empleados y así asegurar que no le informen a la prensa
cuánto dinero te has embolsado.
4º Solicitarás la protección política a tu padre y
a tu madre –los líderes de tu partido–, ya que ellos te dieron vida. Dirás que
Enrique Peña Nieto es el político más talentoso de todos los tiempos. Dirás que
Luis Videgaray es el secretario de Hacienda más carismático de la historia de
México. Dirás que Jesús Murillo Karam es el procurador más eficaz desde los
aztecas. Dirás que Jorge Emilio González es el muchacho más inteligente y
honesto que has conocido. Le reclamarás a tu partido que “tome distancia” y
criticarás a los priistas que te piden “acreditar tu inocencia”.
5º No matarás a la gallina de los huevos de oro que
es el presupuesto público. Por ello, nunca apoyarás iniciativas para recortarlo
o que obliguen a rendir cuentas reales y detalladas sobre cómo se gasta.
Resistirás cualquier esfuerzo por fomentar la transparencia en los gastos del
Congreso local y negarás que le regalaste cuatro automóviles de lujo a tu ex
tesorero. Dirás –como lo dijo Enrique Peña Nieto siendo gobernador– que la ley
te “exige tener en resguardo como confidencial” la información patrimonial de
tu puesto. Obstaculizarás cualquier intento por esclarecer o aclarar cualquier
asunto relacionado con el uso inapropiado del erario. Dirás que lo haces por el
bien de México. Dirás que es necesario ser “consistentes”, y lo demostrarás
rehuyendo la rendición de cuentas como muchos que ocupan puestos públicos en el
país.
6o. No cometerás actos impuros como denunciar la
compra de votos en tu estado o cualquier otro. Jamás hablarás de los viajes
ofrecidos, de los sobornos pactados, de las iniciativas negociadas. Guardarás
silencio sobre las actividades de los que hicieron jugosos negocios con el
gobierno, excepto cuando se trata de atacar a miembros de otro partido. No
denunciarás a representantes "populares" que actúan también como
abogados privados, creando con ello evidentes conflictos de interés. Los
defenderás diciendo que la ley lo permite. Jamás actuarás en contra de
prominentes empresarios que han violado la ley en tu estado, porque gracias a
ellos has acumulado tu fortuna.
7o. Intentarás no robar tanto, tanto, como para
generar sospechas e investigaciones que desemboquen en la revelación
periodística de tus bienes. Comprarás propiedades a través de compañías
offshore y pagarás por ellas en efectivo para no dejar un rastro en papel.
Conseguirás prestanombres confiables y no abrirás cuantas a nombre de tus hijos
porque ya aprendiste la lección de Arturo Montiel. Dirás que cualquier día de
estos harás pública tu declaración patrimonial, pero no dirás exactamente cuándo.
Si te descubren, te irás sigilosamente a Miami.
8o. Darás falsos testimonio y mentirás siempre a
los medios. A ellos les ocultarás la verdad cada vez que seas cuestionado,
sobre todo cuando se trate de asuntos de corrupción. Dirás que todas las acusaciones
sobre malversación de fondos son "una guerra mediática sucia y
cobarde". Dirás que nunca has oído hablar de la malversación de fondos
realizada por tu tesorero. Dirás que es "inadmisible que se trata de
vulnerar el proyecto que muchos mexicanos han ayudado a construir", y
usarás las mejores palabras aspiracionales que se te ocurran, al estilo Enrique
Peña Nieto. No olvidarás decir cuánto quieres a "este maravilloso
país". Le apostarás a la debilidad de la investigación y a la probabilidad
de que estalle otro escándalo que desvíe la atención de éste.
9o. No consentirás pensamientos ni deseos impuros
como aspirar a crear un país mejor. No se te ocurrirá siquiera la noción de
"interés público" o "servicio público". No creerás ni por
un minuto que el poder se usa para servir cuando siempre has sabido que en
México se usa para servirse. No pensarás jamás en que fuiste elegido para
representar a la población en vez de engañarla cada vez que puedes. No
reflexionarás sobre el hecho de que cada peso que ganaste provino del erario,
que a su vez provino de los impuestos de millones de ciudadanos. No te quitará
el sueño saber que te has enriquecido a costa de quienes votaron por ti y te
entregaron un voto de confianza. Pensarás que eso es perfectamente válido y absolutamente
normal. Si todos lo hacen, ¿por qué tú no? Señalarás que en todos los países y
en todos los partidos existe la corrupción y que, además toda la culpa la
tienen los medios. Rezarás todas las noches para que no exista un video sobre
tus actividades y para que el portero de tu departamento en Miami no recuerde
tu nombre si es que alguna vez le preguntan.
10. Codiciarás los bienes de la República y te los
embolsarás cada vez que tengas una oportunidad. Creerás que los recursos de la
nación están allí para ser puestos a tu disposición en todo momento. Desviarás
recursos del erario estatal o de las prerrogativas para los partidos o de la
partida federal para los estados. Comprarás zapatos Louis Vuitton y
fraccionamientos en Villahermosa y terrenos en Tabasco y departamentos en Miami
y trajes de diseñadores franceses. Vivirás tranquilo, sabiendo que si eres
descubierto insistirás en que tus bienes son compatibles con tu salario,
demostrando con ello tu contabilidad creativa o la calidad de la protección
política que el gobierno te ofrece. Vivirás despreocupado, conscientes de que
en México la clase política se rige con el undécimo mandamiento, el más
importante de todos, el cual esperas que Arturo Núñez finalmente cumpla:
"Tapaos los unos a los otros". Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario