En las escuelas no han existido programas de estudio ó asignaturas específicas para que los jóvenes aprendan los conceptos básicos de la democracia y los procesos políticos y electorales que la hacen posible. En pocas palabras mucho se ha hablado y se habla de democracia, pero pocos entienden su materia y su forma, así como los derechos y las obligaciones que exige el ejercicio democrático.
Por lo tanto no debe sorprender que la mayoría de los mexicanos que conocemos los procesos electorales hayamos adquirido ese conocimiento en el campo de batalla electoral, tratando de impedir una y otras vez las muy diversas e imaginativas técnicas que para acceder al poder diferentes gobiernos y partidos políticos han puesto en operación para que se consumen los fraudes electorales para burlar la voluntad de los ciudadanos.
La política es una ciencia y una actividad. Como ciencia estudia las relaciones entre gobernantes y gobernados, las formas de poder, el Estado y los sistemas de gobierno. Como actividad humana se le considera inherente al hombre, por lo que desde el punto de vista del humanismo político, es la oportunidad que tiene el hombre para servir a sus congéneres y a la comunidad.
Así tenemos que la política ideológica es la forma de trabajo político que se orienta a la creación de un Estado futuro diferente al presente, es decir, que su razón de actuar es el futuro. Por extensión el partido político es una organización de ciudadanos con objetivos e ideologías comunes, quienes pretenden convertir en realidad un plan de trabajo ó programa para lograr el acceso al poder de algunos de sus miembros. Los partidos políticos se califican como de "derecha" ó de "izquierda" a partir de la ideología ó doctrina que los sustenta.
Este programa de trabajo es la plataforma política que presenta un partido ó un candidato para delinear sus planes de acción en las diferentes ramas del trabajo de gobierno ya sea en lo relativo a política, economía, vivienda, educación, campo, trabajo, etcétera, así como las prioridades de atención a estas y su postura ante los hechos sociales. La recomendación es que el ciudadano debe tratar de conocer la plataforma política de los partidos políticos y de los candidatos, para así realizar una elección razonada.
Por lo tanto, la participación política es la serie de acciones y actividades que puede realizar un ciudadano para participar de las acciones políticas como son militar en un partido, votar, discutir asuntos políticos, aportar contribuciones a un partido, participar en mítines, concentraciones y manifestaciones, presionar a autoridades ó dirigentes, apoyar las campañas electorales, defender el voto, etcétera.
En los sistemas democráticos existe una mayor participación política, porque las personas desde edad temprana conocen y viven situaciones que les van conformando un actuar político. En los sistemas autoritarios la gente desconoce esas formas de participación, ya sea porque siempre son deformados los procesos y provocan el desaliento ciudadano ó porque no se estimulan.
El fraude electoral como una constante de la vida política del país, ha generado una indiferencia hacia la participación política, es decir, el abstencionismo. Luego entonces el abstencionismo es la conducta que asume el ciudadano que no se interesa en los asuntos políticos de su localidad ó de su país, haciéndose más evidente esta conducta en las votaciones que tienen lugar para elegir presidentes municipales, diputados, senadores ó presidente de la República.
El abstencionismo implica que el ciudadano se niegue a sí mismo el derecho de elegir a sus gobernantes además provoca el desequilibrio entre los auténticos representantes del pueblo y los que fueron impuestos ó designados por dedazo, porque al no haber quien respalde a los candidatos de oposición, se imponen los que el gobernante en turno designa.
Esto trae como consecuencia que en la Cámara de Diputados ó en los ayuntamientos, los diputados y regidores de oposición que son quienes realmente defienden los intereses de la ciudadanía y apoyan las medidas que se destinan para el beneficio de la mayoría, al ser minoría pierden las votaciones. Aquí se destaca entonces que el ciudadano que se abstiene de participar cívicamente permite el abuso del poder, por lo que hay que reiterar las veces que seas necesario que solo participando se puede evitar el fraude y se pueden crear los espacios de libertad, de justicia y de paz que todos anhelamos.
Para adquirir la concepción de una nueva idea como aportación para complementar la conciencia político electoral de los ciudadanos que aspiran a construir una verdadera cultura democrática es necesario entender que el derecho a saber es un derecho natural a la condición humana y que uno de los grandes desafíos que tenemos que concebir es que la democracia no es un fin sino un medio, por lo que no hay democracia sin un activismo cívico.
Por lo tanto tenemos que para restablecer la actividad política es necesario que los ciudadanos participen cada vez con mayor interés en las decisiones que desde la política se toman porque ya no se les puede permitir gobernar sin la participación de la sociedad.
Publicado en la edición 447 de la revista política Suceso de fecha 09 de Noviembre de 2011.
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