Ángel
Aguirre
La rotación en los mandos estratégicos de la Secretaría de Comunicaciones
y Transportes (SCT), la incapacidad para dictar políticas en las que se
privilegie el interés del sector sobre las necesidades gubernamentales y la
falta de conocimientos técnicos del sector.
Aunado a un cuestionado desempeño por parte de los líderes
transportistas José Luis Montoya y Laires Carrera Pérez al frente de la empresa
Transbús provocaron la degradación de esta, la carencia de sensibilidad
política aunado a una ambición de manejar todo, los indujo a imponer
subordinados en las comisarías eliminando la autonomía que garantizaba una
competencia equitativa entre los transportistas.
De ahí que sea tan delicada la situación de la empresa Transbús con
respecto de la SCT, pues en lugar de privilegiarse su desarrollo integral, al
ser el regulador que brinde reglas claras de competencia entre concesionarios
expandiendo al transporte público hasta los rincones más apartados del Estado,
abaratar costos y beneficiar a mas tabasqueños.
En los últimos años la actual administración no ha estado a la altura
de las circunstancias, en general ha venido dando bandazos y traspiés tanto en
el relevo de funcionarios como en la implementación de proyectos, en el primer
caso, el anterior secretario José Antonio de la Vega Asmitia tuvo que dejar el
cargo en medio de dimes y diretes y cuestionamientos varios.
La llegada de Agustín Silva Vidal obtuvo el beneficio de la duda
por parte de los concesionarios sin embargo, el tiempo les dio la razón, la SCT
ha tenido en términos generales, problemas que son de gravedad para el Estado.
Pues tras de la quiebra de la empresa Transbús hay una gran estela de
fraudes, errores, corruptelas e intereses que benefician no solo a funcionarios
del actual gobierno, sino a particulares que intentaron quedarse con la
empresa, el pasado 11 de noviembre se registró un incendio de grandes
proporciones en el estacionamiento de transporte público Transbús que dejo 47
unidades incineradas en su totalidad.
Aunque las autoridades siguen varias líneas de investigación no se
necesita ser sabio para atar cabos, la empresa Transbús estaba a días de ser restituida
al líder transportista Rubén Salomé quien fue ratificado por el Tribunal
Colegiado en Materia Civil y de Trabajo del Decimo Circuito mediante un amparo
federal, a lo que vale preguntar ¿por qué Laires Carrera se aferra tanto a una
empresa quebrada según sus propias palabras en la junta informativa en la
palapa Malagón en días pasados?
Cuando la empresa genera 250,000 pesos los lunes, los martes entre
250,000 y 240,000 los miércoles, jueves y viernes oscila entre los 230,000,
sábado y domingo 200,000 y 180,000 respectivamente, así que si hacemos cuentas
y le aplicamos el redondeo cual vil Oxxo a favor de Laires Carrera, estamos
hablando de 1,500,000.00 semanales, si sumamos esto al mes da un total de
6,000,000 mensuales más el subsidio del diésel que otorga el Gobierno del
Estado.
Sumemos a esto que un autobús tiene un costo de entre 1,000,000 y
1,300,000 pesotes, la empresa podría adquirir un autobús mensual, claro sino se
desviaran los recursos ¿cuánto se podrá ir en gasto corriente, en seguros de
daños y demás, no lo sabemos, por eso es importante que las autoridades
realicen una investigación con apego a derecho.
En esta misma asamblea Laires Carreara argumentó que la mayoría de las
alcancías donde se recauda la ¨morralla¨ que es depositada por los usuarios era
obsoleta y que por eso era casi imposible llevar un control real de la
recaudación y que el costo de reparación era de entre 5,000 y 10,000 pesos por
alcancía, así que volvemos a preguntar, con el presupuesto de recaudación
entrante diario no podrían arreglar aunque sea una máquina de vez en cuando.
Lo cierto, es que la percepción generalizada es de un fraude maquinado,
por la falta de supervisión del Estado o ¿por qué no pensar? en contubernio, lo
que no sorprende, no es la primera vez que ocurre, así ha pasado con Bancos e
Ingenios.
Tabasco parece seguir la ruta y se medra de manera astronómica, por eso
vemos el fenómeno de Transbús que se ha estatizado a pesar de ser un ente
público y de ser ordeñado una y otra vez para favorecer a unos cuantos dejando
a la deriva a la empresa cargada de deudas y de compromisos que no afrontarán
los responsables de su desmantelamiento, el poder fáctico que manejó a su
antojo el rumbo viciado de origen y hecha a la medida, mientras tanto, el
Congreso del Estado y la Comisión de Transportes brillan por su ausencia, ¿o
será que también ya los maicearon? ¿Este es el cambio? Sin duda que sí.
Publicado
en la edición 546 de la revista Suceso Político de fecha 19 de Noviembre de
2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario